En la prevención del suicidio es fundamental erradicar los mitos en torno al mismo, según Mental Health Europe

 In Noticias, Noticias externas

Cada año, más de 140.000 personas mueren en Europa por suicidio, lo que sitúa a la región europea como la región con la tasa de suicidios más alta del mundo. Las creencias erróneas y el estigma asociados con el suicidio lo convierten todavía en un tema «tabú» para muchos. Por ello, la información y formación sobre este tema fundamental: la vida de alguien puede depender de ello. Desmentir los mitos sobre el suicidio no solo reduce el estigma: ayuda a la sociedad a comprender que alguien está en riesgo y a buscar ayuda.

Así lo afirma la organización europea Mental Health Europe (MHE) en un artículo publicado en septiembre, en el marco del mes de la prevención del suicidio, a través del cual insta a tomar en consideración los conceptos erróneos más comunes sobre el suicidio como parte de su prevención, entre ellos los siguientes:

1. Las personas que hablan sobre el suicidio solo buscan atención

Mito: las personas que verbalizan su intención de suicidarse lo hacen solo para llamar la atención. No lo harán y no es necesario que los tomen en serio.

Realidad: siempre hay que tomar en serio a aquellas personas que manifiestan que quieren terminar con sus vidas.
Hablar sobre el suicidio podría ser su forma de pedir ayuda. Cuando las personas tienen tendencias suicidas, generalmente se sienten solas y necesitan apoyo emocional. El acceso a la ayuda adecuada en el momento adecuado puede prevenir el suicidio. En caso de conocer a alguien que pueda estar pasándolo mal, es esencial comunicarse con él, iniciar una conversación, escuchar con la mente abierta y preguntar qué podemos hacer para ayudar; todo esto puede marcar la diferencia en la vida de alguien.

2. Solo determinadas personas mueren por suicidio

Mito: solo las personas con problemas de salud mental mueren por suicidio.

Realidad: no todas las personas que viven con problemas de salud mental son suicidas, y no todas las personas que mueren por suicidio tienen problemas de salud mental.

El suicidio puede afectar a cualquiera. Hay una serie de factores de riesgo, como sufrir violencia o abuso, que son determinantes más amplios de la salud mental. Las tasas de suicidio también son elevadas entre los grupos vulnerables (por ej., refugiados, colectivos minoritarios, personas LGBTI o personas encarceladas). El comportamiento suicida es indicativo de una abrumadora sensación de angustia y no necesariamente de un problema de salud mental. Las personas pueden estar lidiando con problema de salud mental o pueden estar bajo una presión extrema y no cuentan con habilidades de afrontamiento saludables o un sistema de apoyo sólido. Tener un problema de salud mental no conduce automáticamente a un comportamiento suicida. El suicidio puede ser una consecuencia de las experiencias de la vida: falta de comprensión, exposición al estigma, dolor, acercamiento destructivo a uno mismo, soledad y falta de acceso a la atención de salud mental.

3. El suicidio es una elección personal

Mito: El suicidio es una elección personal, no tenemos que intervenir. Las personas suicidas quieren morir.

Realidad: La mayoría de las personas con conducta suicida en realidad no quieren morir.

La mayoría de las personas con conducta suicida en realidad no quieren morir: no quieren vivir la vida que tienen. Por eso es tan importante hablar de otras opciones en el momento adecuado. El acceso al apoyo en el momento oportuno puede prevenir el suicidio.

Sigue en: http://www.infocop.es/view_article.asp?id=14998&cat=47

Start typing and press Enter to search