La salud mental está en juego
Por Néstor Szerman, presidente de la Fundación Patología Dual (FPD).
Tras más de un año en el que se han evidenciado debilidades y fortalezas de nuestro sistema sanitario, la salud mental se sitúa como una de las áreas más perjudicadas. Así, la actual pandemia de la COVID-19, junto a la crisis social y económica, ha puesto la salud mental en el foco de atención.
Ante este contexto, la nueva Estrategia de Salud Mental 2021-2026 presenta serias y graves carencias, al no incluir consideraciones básicas sobre la Patología Dual: la realidad de que las adicciones cursan con otros trastornos mentales y que, según datos epidemiológicos y meta-análisis, más del 75% de los trastornos mentales graves sufre además un trastorno adictivo con o sin sustancias.
Las adicciones no son un problema de conducta y constituyen, según la comunidad científica y organizaciones internacionales como la OMS, un trastorno mental. Los pacientes con Patología Dual, según estudios epidemiológicos, presentan en más de un 40% ideación suicida, por lo que desde la Sociedad Española de Patología Dual (SEPD) nos preguntamos qué estrategia o planes sobre suicidio se puede plantear, si no se incorporan estas evidencias científicas.
Otra preocupación social, como es el trastorno por juego, sea online u offline, adicciones sin sustancias, son situaciones clínicas ignoradas en la estrategia. En cambio, sí hay referencias a la “ciberadicción o adicciones tecnológicas”, que no están definidas o aceptadas en clasificaciones internacionales, o bien, haciendo mención a “violencia o ciberacoso”, conductas deleznables que, sin embargo, no son estrictamente problemas de salud mental.
La nueva Estrategia de Salud Mental olvida la Patología Dual y no incluye las adicciones dentro de los trastornos mentales
Se echa de menos, por ejemplo, referencias a condiciones clínicas como el TDAH y el Trastorno del Espectro Autista, que cursan en porcentajes elevados con Patología Dual, por no mencionar esquizofrenia, trastorno bipolar, depresión, etc.
Una salud mental disociada en al menos dos redes asistenciales, una de salud mental y otra de adicciones, cuando es evidente que hay que avanzar en la integración de estas redes en el SNS y para hacerlas más eficientes, deberían hacerse bajo el paraguas de la salud mental. Este proyecto de “Estrategia” no hace mención a la realidad de estas redes separadas y disociadas y la necesidad de coordinación a nivel autonómico.
Una estrategia que, además, ignora o minusvalora los avances de las neurociencias y la psiquiatría de precisión, que indican el enfoque bio-psico-social, en ese orden, de los trastornos mentales. En cambio, la estrategia presentada sigue incidiendo en un determinismo psico-social de éstos, que atribuye solamente a los factores sociales la etiología de los trastornos mentales.
Estamos a tiempo de reconducir y consensuar una estrategia, basada en las evidencias científicas, al servicio de los pacientes, las familias y la sociedad.
Fuente: https://gacetamedica.com/opinion/tribunas/la-salud-mental-esta-en-juego/