Un circuito cerebral específico queda dañado por el aislamiento social durante la infancia
La soledad se reconoce como una grave amenaza para la salud mental. Incluso a medida que el mundo se conecta cada vez más a través de plataformas digitales, los jóvenes están sintiendo una creciente sensación de aislamiento. La pandemia de COVID-19, que obligó a muchos países a implementar el distanciamiento social y el cierre de escuelas, magnifica la necesidad de comprender las consecuencias para la salud mental del aislamiento social y la soledad.
Si bien la investigación ha demostrado que el aislamiento social durante la infancia, en particular, es perjudicial para la función y el comportamiento del cerebro adulto en las especies de mamíferos, los mecanismos subyacentes del circuito neuronal siguen siendo poco conocidos. Un equipo de investigación de la Escuela de Medicina Icahn del Hospital Mount Sinai de Nueva York ha identificado subpoblaciones específicas de células cerebrales en la corteza prefrontal, una parte clave del cerebro que regula el comportamiento social, que son necesarias para la sociabilidad normal en la edad adulta y son profundamente vulnerables al aislamiento social juvenil en ratones.
Los hallazgos del estudio arrojan luz sobre un papel previamente no reconocido de estas células, conocidas como neuronas de la corteza prefrontal medial que se proyectan al tálamo paraventricular, el área del cerebro que transmite señales a varios componentes del circuito de recompensa del cerebro. (c) 2020 Europa Press.